21-11-2017, 17:31
10 años, 10 años desde el lanzamiento del primer iPhone. Ese “gran” terminal (para la época) de 3,5”, cambió el mundo de la telefonía hasta entonces conocido. 10 años de un icono, de una referencia, del rival siempre a batir.
iPhone Edge, 3G, 3GS, 4, 4S, 5, 5C, 5S, 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, SE, 7, 7 Plus, 8, 8 Plus… y iPhone X, el iPhone que empieza una nueva era en Apple respecto a cómo será su pilar a partir de ahora.
Por fin está entre nosotros, acompañado de los más tradicionales iPhone 7S y 7S Plu… perdón, iPhone 8 y 8 Plus, que salieron el 23 de septiembre. Después de haber usado dos meses a su hermano “mayor”, ¿Será el iPhone X mejor que el 8 Plus? ¿Cuál de los dos merece la pena?
PACKAGING.
La caja del iPhone X es igual que las cajas de todos los iPhone recientes. En este caso, a diferencia de la caja de los 8, ambas son blancas y lo único que cambia respecto los colores es el marco de la imagen frontal, el fondo, y los colores de la tipografía y la manzana.
Por dentro cambia ligeramente la presentación de los accesorios, pero nada trascendental. Con su cargador 5W (¿1159€ y no trae al menos el de 12W?) EarPods con Lighting (podría venir con los Airpods, al igual que con el cargador más potente) y el adaptador a 3,5mm.
DISEÑO.
Aquí es donde encontramos el cambio más radical. El iPhone X y el 6, 6S, 7 y 8 son totalmente distintos. Ambos tienen un tamaño similar (hablo del modelo 4,7”), como la diferencia que te puedes encontrar entre el nuevo iPad Pro 10,5” y el anterior de 9,7”. Un pelín más alto y prácticamente igual de ancho. Muy cómodo en la mano, después de usar dos meses un modelo Plus, en mi caso me ha demostrado que no soy fan de los phablets, por lo que volver al iPhone X ha sido una gozada.
No obstante, el peso para el tamaño que tiene sorprende un poco para mal. No es nada exagerado ni llega a ser molesto como el iPhone 8 Plus, pero ligero no es.
El acabado es magnífico. Así como decía que el iPhone 8 Plus, a pesar de estar bien acabado, se notaba como un corte entre el aluminio y el cristal, que no tenía el Galaxy S8, en este todo es suave, el acero y el cristal es una combinación perfecta. Suave al tacto, aunque puede que un poco resbaladizo (aunque yo lo llevo bien protegido, porque repararlo barato no es, pantalla 310€ y la parte trasera 600€, así que mejor no jugársela).
En la parte frontal tenemos pantalla y notch. Nada más. Una pantalla de 5,8” curvada por las esquinas y el notch, que esconde un as bajo la manga. FaceID, del que hablaré más tarde. Además, en esa zona tenemos también el altavoz, sensores de luz y cámara FaceTime.
En los laterales encontramos lo de siempre, llamando la atención un botón de bloqueo más largo de lo habitual.
En la parte trasera, cristal y una cámara en vertical que sobresale bastante, pero a mi particularmente no me importa (llevo funda) recubierta por acero, al igual que los laterales del terminal.
En conjunto me parece uno de los terminales más bonitos que han sacado jamás y hablo en general. Cuando lo abrí me recordó a la sensación que tuve cuando vi por primera vez un iPhone 4 (mi terminal hasta la fecha preferido).
PANTALLA Y AUDIO.
Tenemos una pantalla de 5,8” OLED con una resolución de 2436x1125p y una densidad de pixeles de 458ppi. ¿El resultado? Una pantalla muy buena. ¿Mejor que la IPS del iPhone 8 Plus?... no sé a qué responder a eso.
La pantalla en sí es fantástica, tiene una calibración de colores impecable, y teniendo ambos al lado no se nota mayor saturación, sí más contraste.
Es cierto que con el TrueTone activado si se ve más amarillenta la del X, pero con él desactivado ambos se ven parecidos (un poco más azulada del X todo sea dicho, pero es OLED…). Lo mismo ocurre cuando giramos el terminal, azulea un poco, pero nada exagerado.
No he notado perdida de definición (al ser PENTILE) respecto al iPhone 8 Plus. Es un gran panel.
El brillo me parece mayor en el iPhone X que en el iPhone 8 Plus, aunque ambos se ven extraordinariamente bien en exteriores.
Y tras estar unos días usando el iPhone X, al volver a encender el iPhone 8 Plus notas como si vieras una película antigua con bandas a ambos lados. Es una sensación muy extraña, pero cuando cogí el iPhone 8 Plus para hacer unas fotos, me dio esa sensación.
Ahora… ¿La prefiero a una IPS? Pues la verdad es que me cuesta elegir una. Pensaba que, a pesar de ser un buen panel, iba a seguir prefiriendo una IPS, pero sinceramente creo que Apple ha hecho un buen trabajo en este aspecto y no hace que nos sintamos con un Galaxy con iOS, con colores poco naturales y excesivamente saturados (algo característico de la marca en todos sus ámbitos, Smartphone y TV, habrá a gente que le guste, a mí, personalmente, no.).
No obstante, queda por ver su durabilidad, sus posibles problemas derivados de la tecnología OLED, y los blancos no tan blancos respecto de los que ofrece una IPS (aunque ganamos negros más negros).
En definitiva, ambas me parecen grandísimas pantallas, quizás las mejores cada una en su ámbito. Y entre ellas muy similares, más allá de las diferencias derivadas de la propia tecnología.
Respecto del audio, decir que lo noto algo mejor que en el 8 Plus, suena como más fuerte. Y suena alto, claro y con buena calidad.
SOFTWARE, RENDIMIENTO Y AUTONOMÍA.
El procesador es, al igual que en el iPhone 8, un A11 Bionic, con 3GB de RAM. El terminal viene con iOS 11.1.2, que mejoró considerablemente a las versiones iOS 11.0.x.
En cuanto a potencia poco que decir, es una bestia, hace todo lo que le pidas sin inmutarse. Todo lo dicho en el iPhone 8 Plus sirve para este, porque van exactamente igual.
Donde si encontramos diferencias es en el software. Si, ambos llevan el mismo SO, pero el iPhone X carece de botón home… entonces, ¿Cómo usamos ahora el iPhone?
Bueno, para ello tenemos gestos. Gestos a los que te acostumbras en cuestión de pocas horas. Y después de estar usando un iPad Pro y el iPhone X con gestos, volver a un iPhone con botón home es volver… atrás. Los gestos son muy intuitivos, sobre todo si aprendes algunos trucos, como hacer una L invertida para abrir la multitarea mucho más rápido, deslizar hacia la derecha para cambiar de app, tirar de la barra inferior (la barra es el nuevo botón home) para volver al homescreen. Todo muy sencillo, todo muy fácil, todo funciona genial.
No obstante, hay ciertos detalles sin pulir, y que no me gustan.
El primer defecto a nivel de software que veo, es el icono de la batería. Sí, no cambia, sigue ahí, pero no hay porcentaje, a no ser que bajes el centro de control (que se abre tirando de la “oreja” derecha). Me parece un coñazo. Lo que si me gusta, por el contrario, es que no aparezca la operadora.
En segundo lugar, siguiendo con la barra de estado, creo que hay iconos que podrían aparecer, como el de no molestar, donde aparece el de la localización, por ejemplo.
Autonomía. Correcta. Si vienes de un modelo no Plus, irá mucho mejor, si vienes de un Plus (sobre todo un 7 u 8 Plus), se nota que no es tan buena. En un uso normal te llega sin problemas al final del día, haciendo sobre 7-8 horas de uso. No está nada mal. Pero un iPhone 8 Plus te puede hacer 12 horas de uso y aguantarte dos días de uso con un uso similar.
Si le metes caña, la batería no dura un día. Pero tenemos carga rápida… si pasamos por caja, por supuesto.
Entonces, ¿vamos a sufrir por la autonomía? Pues depende del día, con un uso normal (redes sociales, un poco de internet, alguna foto, wifi, brillo medio), puede llegar al final del día con un 30-40%, no te da para dos días, pero si para llegar sin sufrir.
Si le metes caña, mucha foto, brillo al máximo, 4G… llega muy justo al día, si es que llega a las 23:59.
En conclusión, si venís de iPhone Plus de nueva hornada, vais a notar que no es tan buena (sin ser mala), y si venís de modelos antiguos, la mejoría será notable, especialmente a los usuarios de iPhone de tamaño “standard”.
FACE ID.
No botón home, no Touch ID. Entonces, ¿Cómo desbloqueamos el terminal? Pues con Face ID. El nuevo reconocimiento facial de Apple sustituye al anterior lector de huellas. ¿Mejor o peor?
En primer lugar, para configurarlo es mucho más rápido, en apenas 30 segundos ya registra tu cara. Solo puede registrar una cara.
¿Y cómo funciona? Pues muy bien. En el tiempo que lo llevo usando me ha fallado si, pero al igual que me fallaba Touch ID. En mi mesa de casa, lo puedo desbloquear inclinando ligeramente la cabeza (sin hacerlo ortopédico), si estoy en el sofá y lo tengo al lado, ídem. No hace falta una distancia determinada, ni hace falta estar en una posición concreta. ¿Tienes las manos húmedas o sudadas? Da igual, porque te lo va a desbloquear.
Me tuve que afeitar (aunque no llevo la barba larga), y el sistema no falló en ningún momento, quizás si te dejas una barba muy larga y te afeitas el sistema puede que no te reconozca, pero con una barba “corta”, si te afeitas, 0 problemas, al menos en mi caso.
Entonces, ¿Cuál es el punto flaco de este sistema? El sol. A pesar de que bajo el sol suele desbloquear la mayor parte de las veces, como te de en la cara mucho el sol o le de a los sensores mucho el sol, puede que no te reconozca. Hay veces que si, y otras que no, dependiendo de cómo le pille.
Pero es el único fallo que le he pasado a este sistema. Por lo demás muy gratamente sorprendido. En mi uso no he echado de menos en absoluto a Touch ID, y personalmente, ni me parece más lento, ni más incómodo. Realmente, me parece muy natural usarlo, igual que el Touch ID.
Luego están los Animoji, una característica curiosa, y que a mi me hace gracia, pero vamos, que solo sirve para vacilar un poco al personal y poco más.
CÁMARA.
Tenemos un doble sensor, ambos de 12MP, el principal con una apertura ƒ1,8 y el teleobjetivo con una apertura ƒ2,4 y un lente de 56mm (el anterior tenía una apertura focal ƒ2,8 y una lente de 58mm). La cámara frontal es la misma de 7M con apertura ƒ2,2 pero con el sistema TrueDepth, hace que también podamos usar el modo retrato en la cámara delantera.
¿Los resultados?
Francamente muy buenos. En fotos normales, no me voy a deparar mucho tiempo, porque los resultados son similares a los que obtuve con el 8 Plus. Fotos muy buenas, con un buen balance de blancos, buen detalle, gran trabajo del HDR, fotos buenas allá donde vayas.
¿Las diferencias?
Primero, el modo retrato. El uso de OIS, mejor apertura y una mejor lente hace que el desenfoque sea mucho más natural, no corte tanto a la persona (detalla mejor el pelo de las chicas), y de noche los resultados son mucho más satisfactorios, ya que no es necesario tirar de flash, y se nota que no hay tanto ruido, salen mejor estabilizadas (el doble OIS ayuda). En definitiva, la mejora es aquí. Y es una mejora importante, no crucial, pero si que es bastante significativa.
Segundo. Selfie. Como ocurre con la cámara trasera, en modo normal no cambia, es igual que la del iPhone 8 Plus. Pero el modo retrato no es perfecto, pero si que queda chulo. A veces lo hace mejor, otras peor, pero en definitiva buenos resultados para ser la cámara frontal. No obstante, el modo retrato no funciona cuando hay mucha luz directa.
CONCLUSIÓN.
Para mí, el mejor terminal del mercado. También es el más caro. Tiene el tamaño perfecto, una cámara impresionante, un diseño espectacular, una gran pantalla, un audio muy bueno, batería una batería correcta, pero no sobresaliente.
Pero no es perfecto, para empezar, estamos hablando de un terminal de más de 1100€. No viene siquiera con un cargador de 12W del iPad (que hace que cargue relativamente más rápido que el de 5W). Los AirPods aún podrían no venir con ellos, pero lo del cargador me parece vergonzoso.
Segundo, ¿Es mejor que un 8 Plus? Sigo diciendo que este terminal no es para usuarios del Plus, porque es el sustituto del iPhone 4,7”. La pantalla es prácticamente igual de grande que en el Plus, pero el ancho es el del iPhone 4,7”, por lo tanto, los usuarios del Plus pueden ver ahí la gran pérdida entre ambos, y quizás deberían esperar al año que viene a que saquen la versión Plus (que lo harán).
Por lo demás, como me esperaba, ambos terminales son similares, el iPhone X gana en cámara, el Plus en autonomía (y por bastante). Touch ID/Face ID y pantalla para mí al mismo nivel.
Si te gusta el tamaño del Plus, me iría a un Plus, a los que les de igual o no quieran un teléfono gigante, un X.
¿Mejor que un Galaxy S8? Los compararé, pero mi opinión respecto cuando comparé el 8 Plus y el S8 no ha cambiado mucho. Si, el iPhone X en global es mucho mejor, mejor pantalla (para mi gusto), mejor cámara, mejor autonomía, mejor reconocimiento facial/lector iris, mejor audio… pero, ¿compensa pagar el doble por el iPhone?
Para los usuarios de iOS supongo que si. Para los que trabajamos con Mac y iPad, el iPhone es la pieza angular del ecosistema, sin él perderíamos mucho. Te puedes comprar un 8 o un 8 Plus (o el SE, 6S o 7), pero este es el rey de este año. Si te lo puedes permitir y te quieres dar el capricho (porque es lo que es, un capricho), no te va a defraudar.
A alguien que le de igual el SO y no tenga nada de Apple. No merece la pena pagar más por el iPhone X, el S8 (o Note 8, vaya) es un grandísimo terminal, funciona muy bien, hace muy buenas fotos, la pantalla es muy buena (aunque a mí no me guste como reproduce los colores), autonomía justilla eso si (hablando del S8). Y cuesta la mitad.