@DILINGER lo primero de todo decirte que me encanta la pasión con la que abordas este tema y te considero igual de inteligente o por encima de la media incluso. Pero te dejas llevar y caes en la contradicción de acusar de comodidad de mente porque la gente prejuzga (Ok, parte de razón tienes) pero te ocurre igual a ti con tu visión crítica.
No parece que quieras entender que los prejuicios nacen de la experiencia. Los datos son los que son. La delicuencia es mayoritariamente cometida por personas magrebíes, gitanos y latinos. En este orden. Luego hay rumanos y españoles. Pero la razón es muy sencilla. Choque cultural.
Yo si veo una luz por primera vez y no sé de donde nace, me acerco, la toco...y si era una linterna no me pasará nada y volveré a acercarme. Si era un mechero...me habré quemado y habré aprendido que mejor no volver a acercarme. Esa experiencia crea un prejuicio en mí.
Una vez te leí decir que es porque son pobres. Sí, son pobres y provienen de culturas donde la vida ajena no vale una mierda. Y se comportan como tal. Por un reloj de Aliexpress o 50 cochinos euros que lleves en la cartera son capaces de pisarte la cabeza como le ha ocurrido esta semana en mi pueblo a un señor mayor.
Yo soy racista, con todas las letras y no me escondo al decirlo. Eso no quita que tengo amigos gitanos, magrebíes y latinos. Pero yo de primeras desconfío de esa gente. Porque la experiencia me dice que me la clavarán por la espalda si pueden. Y hablo en primera persona. Soy miembro de una ONG como voluntario y he tenido que sacar a ostias a gitanos de la oficina donde se presta ayuda económica a familias que no llegan a fin de mes. Si traen facturas de luz, por ejemplo, se les abona la cuantía o parte de ella. Estoy harto de verles llegar en su Mercedes a pedir dinero saltándose la cola existente y si no se les atiende la lían. Que ocurre, que generalmente las personas que atienden son mujeres (de unos 50 años la media de edad) que por miedo a enfrentarse les conceden todo. Llegan, cobran y se largan. Y así la mañana transcurre tranquila. Menos la vez que estuve yo, lo cual me costó la sugerencia (eufemismo de prohibición ) de no volver a acudir a esa acción de ayuda.
Te puedo poner mil ejemplos, de españoles blancos también, pero esos contados con los dedos de una mano. Por cada liada que sé de un blanco sé 10 de gitanos, moros o latinos.
La bobada de que no soy racista sino que solo odio a los pobres como suelo oir a mucha gente no cuela conmigo ya que no hablo desde la comodidad del sofá de casa.
Releyendo el tocho de nuevo, parece que esté en un tono enérgico pero te lo comento de forma sosegada.
No parece que quieras entender que los prejuicios nacen de la experiencia. Los datos son los que son. La delicuencia es mayoritariamente cometida por personas magrebíes, gitanos y latinos. En este orden. Luego hay rumanos y españoles. Pero la razón es muy sencilla. Choque cultural.
Yo si veo una luz por primera vez y no sé de donde nace, me acerco, la toco...y si era una linterna no me pasará nada y volveré a acercarme. Si era un mechero...me habré quemado y habré aprendido que mejor no volver a acercarme. Esa experiencia crea un prejuicio en mí.
Una vez te leí decir que es porque son pobres. Sí, son pobres y provienen de culturas donde la vida ajena no vale una mierda. Y se comportan como tal. Por un reloj de Aliexpress o 50 cochinos euros que lleves en la cartera son capaces de pisarte la cabeza como le ha ocurrido esta semana en mi pueblo a un señor mayor.
Yo soy racista, con todas las letras y no me escondo al decirlo. Eso no quita que tengo amigos gitanos, magrebíes y latinos. Pero yo de primeras desconfío de esa gente. Porque la experiencia me dice que me la clavarán por la espalda si pueden. Y hablo en primera persona. Soy miembro de una ONG como voluntario y he tenido que sacar a ostias a gitanos de la oficina donde se presta ayuda económica a familias que no llegan a fin de mes. Si traen facturas de luz, por ejemplo, se les abona la cuantía o parte de ella. Estoy harto de verles llegar en su Mercedes a pedir dinero saltándose la cola existente y si no se les atiende la lían. Que ocurre, que generalmente las personas que atienden son mujeres (de unos 50 años la media de edad) que por miedo a enfrentarse les conceden todo. Llegan, cobran y se largan. Y así la mañana transcurre tranquila. Menos la vez que estuve yo, lo cual me costó la sugerencia (eufemismo de prohibición ) de no volver a acudir a esa acción de ayuda.
Te puedo poner mil ejemplos, de españoles blancos también, pero esos contados con los dedos de una mano. Por cada liada que sé de un blanco sé 10 de gitanos, moros o latinos.
La bobada de que no soy racista sino que solo odio a los pobres como suelo oir a mucha gente no cuela conmigo ya que no hablo desde la comodidad del sofá de casa.
Releyendo el tocho de nuevo, parece que esté en un tono enérgico pero te lo comento de forma sosegada.