[DILINGER]

Es muy comentado, que Tesla es el fabricante al que todos temen. El modelo de negocio que rompería los viejos arquetipos de la industria del motor movida por combustibles fósiles, para abrir el mundo a un nuevo futuro de movilidad sostenible.

No faltaron tampoco, teorías conspiranóicas en torno al interés de las grandes multinacionales en cargarse a Tesla, poniendo incluso en duda muchas noticias negativas sobre la marca, porque podrían tener a sus rivales detrás, buscando desprestigiar la marca para debilitarla y acabar tumbándola, para así poder seguir tranquilamente fabricando obsoletos coches que funcionan con gasolina y diésel.

Pero si bien es cierto que Tesla ha sido un activador y acelerador de la evolución mundial del automóvil hacia la electrificación, no hay que ser muy listo para darse cuenta de algunas cosas que ponen un poco las cosas en su sitio. Una de ellas es que Tesla es un fabricante tan minoritario y tan localizado en EEUU, que su amenaza hasta ahora, ha sido nimia. Otra de muchas, es que todos los fabricantes importantes, harán sus propios coches eléctricos. Algunos ya están en el mercado, otros lo estarán en el plazo de uno o dos años y varios, serán competencia directa de los productos de Tesla.

Y no es menos obvio, que Tesla como fabricante, ha dejado mucho que desear en este tiempo en cuestiones que pasaron a un segundo plano por las espectaculares prestaciones de sus coches eléctricos, pero que no dejan de estar ahí y que cuando haya competencia sí tendrán importancia. Factores como la fiabilidad, calidad de fabricación, disponibilidad y red comercial, sí serán factores que pesen en la decisión de compra y donde marcas como BMW, VAG, Mercedes, Jaguar, Volvo, GM, Ford..... están a años luz del constructor americano. Y ahora la que puede estar preocupada, es precisamente Tesla.

Por todo esto, Elon Musk según un artículo de Caradisiac estaría encantado con el gobierno de Trump y su idea de imponer aranceles que puedan sacar del partido a competencia directa como el nuevo i-Pace de Jaguar o el próximo Taycan de Porsche y los futuros modelos que llegarán como el e-Tron y otros. No olvidemos que Elon es asesor presidencial y que si bien ha tenido opiniones abiertamente enfrentadas por ejemplo con el asunto del cambio climático, en los últimos meses la relación entre ambos parece que ha ido por un camino de más cordialidad.

Quien sabe si ahora las teorías conspiranóicas, no cambien de sentido para convertir a Elon Musk en manipulador y en víctimas a los adictos al zumo de dinosaurio.