28-06-2018, 16:31
Bueno, este Pere Navarro no es tan malo como lo pintan, lo único que le puede pasar (como a sus demás antecesores/as) es verse rodeado de gentes que actúan como lobbies para conseguir sus fines.
Algunos fines son aceptables (como los fabricantes y vendores de coches pidiendo nuevos planes Pive), pero me temo que habrán muchas presiones para añadir más radares, más vigilancia con drones, y más prohibiciones, que pueden ser más o menos necesarias, pero que no dejan de ser formas de recaudar más y fastidiar todavía más a los que conducen, aunque supongan mejoras en la reducción del número de accidentes.
De todas formas esto son hipótesis, no sé si pasarán estas cosas, pero si ocurren ya digo que no es por que sea Pere Navarro el que está en la DGT, sino que las harían con cualquier otra persona que estuviera en esa posición.
Desde luego lo de ocuparse de la educación vial desde el colegio y el instituto como forma de mejorar la seguridad y reducir siniestros y víctimas
no creo que lo hagan, porque cuesta más dinero que la otras medidas -las coercitivas- y además para que la gente la acepte hay que prestigiar primero a los colectivos de la enseñanza, cosa que parece no importar a nuestros políticos.
Algunos fines son aceptables (como los fabricantes y vendores de coches pidiendo nuevos planes Pive), pero me temo que habrán muchas presiones para añadir más radares, más vigilancia con drones, y más prohibiciones, que pueden ser más o menos necesarias, pero que no dejan de ser formas de recaudar más y fastidiar todavía más a los que conducen, aunque supongan mejoras en la reducción del número de accidentes.
De todas formas esto son hipótesis, no sé si pasarán estas cosas, pero si ocurren ya digo que no es por que sea Pere Navarro el que está en la DGT, sino que las harían con cualquier otra persona que estuviera en esa posición.
Desde luego lo de ocuparse de la educación vial desde el colegio y el instituto como forma de mejorar la seguridad y reducir siniestros y víctimas
no creo que lo hagan, porque cuesta más dinero que la otras medidas -las coercitivas- y además para que la gente la acepte hay que prestigiar primero a los colectivos de la enseñanza, cosa que parece no importar a nuestros políticos.