He leído últimamente un par de informaciones en la prensa francesa que dan a entender que los coches pequeños y deportivos tan tradicionales en la industria del país vecino, podrían estar al borde de la desaparición tal y como los conocemos.
Por un lado, sabemos que Citroen ya no va a ofrecer este tipo de coche.
Por otro, DS se centrará en los SUV.
Quedarían dos marcas con prestigio en este terreno, que son Renault y Peugeot, pero la cosa no parece tan clara.
El ciclo de homologación WLTP, hace que las emisiones de estos coches, estén muy penalizadas en el país vecino por el sistema de Bonus/Malus. Este mecanismo, funciona imponiendo una bonificación o penalización según el caso, a los coches en función de sus emisiones contaminantes que pueden llegar a ser muy, muy importantes. Sobre todo a la hora de castigar. Además, estas penalizaciones irán aumentando en el futuro para hacerse cada vez más severas.
Por ejemplo, hoy bajo la normativa NEDC, un 208 GTi declara 125 gr/CO2 y un Clio RS 18 220 cv, 135 gr/CO2. Estas emisiones suponen una tasa de 135 € para el Peugeot y de 613 € para el Renault. Pero aquí está lo que lo cambia todo, la normativa WLTP que entra en vigor en setiembre y que hará que las emisiones sean más realistas y por tanto, más altas.
Así, no sería de extrañar que terminasen homologando 150-160 gramos de CO2, lo que significaría pagar entre 2300 y 4000 €. Pero es que con 165 gramos, ya pasaría de 5000 €. Y va a ir a peor como dije. Esto para un coche de 50.000 €, es relativamente asumible. Para coches de 25.000 €, es mucho, mucho dinero.
Así que con ese hándicap y siendo Francia su principal mercado, empiezan a salir informaciones que veremos si se confirman, entorno a un 208 GTi eléctrico y que tal vez no haya reedición para el Clio RS.
Opciones como la hibridación, estarían ahí pero introducen peso y tal vez hagan perder a estos coches el carácter que tuvieron siempre.
Así que estamos ante una precipitación de acontecimientos que pueden traer más cambios de los que pensábamos.
Por un lado, sabemos que Citroen ya no va a ofrecer este tipo de coche.
Por otro, DS se centrará en los SUV.
Quedarían dos marcas con prestigio en este terreno, que son Renault y Peugeot, pero la cosa no parece tan clara.
El ciclo de homologación WLTP, hace que las emisiones de estos coches, estén muy penalizadas en el país vecino por el sistema de Bonus/Malus. Este mecanismo, funciona imponiendo una bonificación o penalización según el caso, a los coches en función de sus emisiones contaminantes que pueden llegar a ser muy, muy importantes. Sobre todo a la hora de castigar. Además, estas penalizaciones irán aumentando en el futuro para hacerse cada vez más severas.
Por ejemplo, hoy bajo la normativa NEDC, un 208 GTi declara 125 gr/CO2 y un Clio RS 18 220 cv, 135 gr/CO2. Estas emisiones suponen una tasa de 135 € para el Peugeot y de 613 € para el Renault. Pero aquí está lo que lo cambia todo, la normativa WLTP que entra en vigor en setiembre y que hará que las emisiones sean más realistas y por tanto, más altas.
Así, no sería de extrañar que terminasen homologando 150-160 gramos de CO2, lo que significaría pagar entre 2300 y 4000 €. Pero es que con 165 gramos, ya pasaría de 5000 €. Y va a ir a peor como dije. Esto para un coche de 50.000 €, es relativamente asumible. Para coches de 25.000 €, es mucho, mucho dinero.
Así que con ese hándicap y siendo Francia su principal mercado, empiezan a salir informaciones que veremos si se confirman, entorno a un 208 GTi eléctrico y que tal vez no haya reedición para el Clio RS.
Opciones como la hibridación, estarían ahí pero introducen peso y tal vez hagan perder a estos coches el carácter que tuvieron siempre.
Así que estamos ante una precipitación de acontecimientos que pueden traer más cambios de los que pensábamos.
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