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La KBA (autoridad alemana de transporte), ha dicho basta y lanza un ultimátum a los conductores de VW afectados por el dieselgate que aún se resisten a actualizar sus vehículos.

En caso de que no acudan a realizar los cambios obligatorios, se les retirará el permiso de circulación y no podrán ser utilizados.

Algunas ciudades como Munich ya habían tomado medidas contra algunos conductores, pero ahora ya es a nivel federal y para todo el territorio alemán. De los aproximadamente 2,5 millones de coches afectados, aún hay un 0,6% de ellos que no han iniciado el proceso de reforma y que corren el riesgo de no poder circular.

Se veía venir...