Sinvergüenzas, lo que no hacen falta son el montón de vías rápidas que tenemos en este país. Unas para concederles la explotación a sus amigos para luego rescatarlas, otras paralelas y duplicadas a las construídas para los amigos, comunidades con autovías hasta para ir a por el pan, dinero dilapidado en aeropuertos sin aviones y estaciones del AVE en pueblos sin habitantes en medio de la nada.
Y ahora no podemos mantener nada, payasos.
Y ahora no podemos mantener nada, payasos.