A nuestro alrededor están surgiendo fenómenos catastróficos de dimensiones inimaginables, estamos aquí de puta casualidad, simplemente porque el Universo es tan vasto y tan antiguo, que se han ido dando posibilidades en órdenes de magnitud inabarcables y en una de esas carambolas surgió la humanidad. Otra carambola, puede borrarnos del mapa. Para siempre y sin dejar señal alguna de nuestra existencia.
Si bien eso es posible, yo además de este Podcast sigo el de Coffee Break donde participan físicos solares y no son tan alarmistas. Sin embargo es una de esas cosas para las que la gente no entiende que se de dinero. ¿nosécuantoscientosdemillones de euros para estudiar el Sol?. ¿Está usted loco?. Pero mira, resulta que invertir en ciencia en cosas así, no solo influye en la calidad de vida o puede tener un retorno de la inversión (estudiar el Sol, sus campos magnéticos y el comportamiento del plasma solar podría permitirnos llegar a dominar la tecnología de confinamiento que se necesita para la fusión nuclear), es que pueden directamente evitar nuestra extinción.
Si no lo conoces, otro podcast estupendo sobre el espacio es Radio Skylab.
Y cito lo que dijo Carl Sagan a raíz de la fotografía obtenida por la sonda Voyager 1 desde 6.000 millones de km en 1990, me parece un texto maravilloso que deberíamos de leer y tener en cuenta todos.
Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de un lugar del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra parte del punto. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestros posicionamientos, nuestra supuesta importancia, el espejismo de que ocupamos una posición privilegiada en el universo … Todo eso lo pone en cuestión ese punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve. En nuestra oscuridad —en toda esa inmensidad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Dependemos sólo de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y yo añadiría que también forja el carácter. En mi opinión, no hay mejor demostración de la locura que es la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, recalca la responsabilidad que tenemos de tratarnos los unos a los otros con más amabilidad y compasión, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido.
Y eso es lo que somos, una mota de polvo a merced del universo.
Si bien eso es posible, yo además de este Podcast sigo el de Coffee Break donde participan físicos solares y no son tan alarmistas. Sin embargo es una de esas cosas para las que la gente no entiende que se de dinero. ¿nosécuantoscientosdemillones de euros para estudiar el Sol?. ¿Está usted loco?. Pero mira, resulta que invertir en ciencia en cosas así, no solo influye en la calidad de vida o puede tener un retorno de la inversión (estudiar el Sol, sus campos magnéticos y el comportamiento del plasma solar podría permitirnos llegar a dominar la tecnología de confinamiento que se necesita para la fusión nuclear), es que pueden directamente evitar nuestra extinción.
Si no lo conoces, otro podcast estupendo sobre el espacio es Radio Skylab.
Y cito lo que dijo Carl Sagan a raíz de la fotografía obtenida por la sonda Voyager 1 desde 6.000 millones de km en 1990, me parece un texto maravilloso que deberíamos de leer y tener en cuenta todos.
Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de un lugar del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra parte del punto. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestros posicionamientos, nuestra supuesta importancia, el espejismo de que ocupamos una posición privilegiada en el universo … Todo eso lo pone en cuestión ese punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve. En nuestra oscuridad —en toda esa inmensidad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Dependemos sólo de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y yo añadiría que también forja el carácter. En mi opinión, no hay mejor demostración de la locura que es la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, recalca la responsabilidad que tenemos de tratarnos los unos a los otros con más amabilidad y compasión, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido.
Y eso es lo que somos, una mota de polvo a merced del universo.