17-09-2019, 13:11
(17-09-2019, 12:37)R-S-B_96 escribió: Ni el S60 ni el S90 llevan motores de 3 cilindros. Además, la calidad, el servicio, los sistemas de seguridad, el propio coche en sí, esta a años luz de una plataforma de un 308 alargada... un coche que superará los 40.000€ que no es capaz de llevar MatrixLED, cuando un DS3 de 24.000€ si lleva. No se, a mi eso Premium no me parece, me parece una chapuza. Que si que puede llevar la suspensión y tecnología del 508 y DS7, solo faltaría, pero el resto de vehículos Premium equiparables (vamos a equipararlo con los E), llevan infinidad de equipamiento y personalización que este coche no puede ni soñar, ya simplemente con los faros, hasta 4 ruedas directrices, tracción integral, suspensión neumática, puertas con cierre suave,...
E incluso comparándolos con los Segmento D, en muchas cosas sale perdiendo. Lo dicho, para mí, un coche de esta categoría con unos faros normales, me parece una verdadera desfachatez, teniendo en cuenta que, en mi caso, no me compraría un coche sin un sistema de iluminación equiparable al de mi coche.
Y al margen de los faros, el coche no va a tener nada que no pueda llevar ni un Audi, ni un Volvo, ni un BMW ni un Mercedes... Es un coche que no va a destacar en nada, encima con un diseño que está muy condicionado por el uso de una plataforma de un coche de categoría inferior, porque usan las mismas piezas. Un DS7 tiene algo de personalidad, el DS3 es un coche original y distinto, esto para mi es un 508 chino con mas cromados y un interior con mucho cuero y un relojito en medio.
Como han dicho por arriba, este es un coche de segmento D con voladizos alargados para hacerlo pasar por un E.
Sosiego
Yo no estoy hablando del DS ni comparándolo con un S60. Digo que por ejemplo un XC40 con las características que he descrito, se considera un suv premium sin problemas, cuando no hace tanto que se menospreciaba a Audis con motores de 6 cilindros longitudinales porque no eran tracción trasera. Así que los baremos para diferenciar algo premium o un segmento de otro han cambiado, y no se establecen las barreras tan claras como se hacía antes. Casi diría que cada uno etiquete como le salga de las narices, porque lo que para uno puede ser importante para otro puede ser una chorrada.