09-07-2022, 20:44
(Última modificación: 09-07-2022, 20:51 por MotorHooligan.)
Los países en los que se inspiró la Ley Trans para el cambio de género en menores dan marcha atrás
Finlandia, Suecia y Reino Unido están controlando las hormonaciones en menores de edad, uno de los puntos más controvertidos de la ley española.
9 de julio de 2022 por I. P. Nova
Finlandia, Suecia y Reino Unido, los países en cuya legislación se inspiró la conocida como Ley Trans, están rectificando en sus regulaciones. Particularmente en la implantación de las terapias hormonales en menores de edad, que ha calcado la normativa española.
El caso más reciente ha sido el de Suecia que, coincidiendo con el anuncio de la Ley Trans española, rectificaba en la suya. El país pionero en las leyes trans, el primero en reconocer la disforia de género en el año 1972, se niega ya a hacer tratamientos hormonales a menores.
Aun así, las asociaciones de médicos y la agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas con Disforia Acelerada (Amanda) denuncian aspectos polémicos en la norma.
"El Misterio de Sanidad sueco ha publicado nuevos protocolos planteando que en el caso de los menores sólo se puede hacer terapia de hormonación cuando pasen por el Comité de Bioética Nacional y si el menor no ha tenido una problemática previa de salud mental", insisten.
[Ley Trans: el Gobierno aprueba la norma que permite cambiar nombre y sexo desde los 14 años]
Suecia no es el único país que está empezando a endurecer sus leyes en lo que respecta a menores de edad trans. En el Reino Unido se exige desde 2020 una autorización judicial para que los menores de entre 16 y 18 años puedan recibir tratamiento hormonal; antes no era así.
Además, el Sistema de Salud Británico (NHS) encargó en 2020 una revisión a la pediatra Hilary Cass para analizar cómo se había atendido a los jóvenes con incongruencia de género. El estudio todavía no ha concluido, pero, según las portavoces de la asociación Amanda, va a usarse para revisar las políticas de Reino Unido.
La agrupación de adolescentes y menores con disforia asegura que lo que ha pasado en estos tres países es "un ejemplo" de lo que podría pasar en España si se eliminan las pruebas psicológicas y médicas en menores de edad.
Psiquiatras y médicos
Arango defiende que hay que legislar para que el menor de edad que quiera acceder a una reasignación tenga la oportunidad, pero "con todas las medidas de seguridad". En este sentido, argumenta que se debe de hacer un análisis previo desde la faceta clínica, precisamente lo que niega la ley de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
El experto en psiquiatría infantojuvenil, en una conversación con EL ESPAÑOL, explica que desde su organismo han creado un grupo de trabajo para analizar la legislación y sus consecuencias porque, a su juicio, "no se pueden hacer leyes según las modas".
Luisa González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid, coincide con la agrupación de psiquiatras y reitera que, desde su organismo, están "a favor de que sean precisos informes de médicos y de psiquiatras que constaten la disforia".
Hay que recordar que, esta misma semana, el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno de España, ha puesto en duda varios aspectos clave de esta ley. Entre ellos, el cambio de género para menores de edad sin análisis clínico y la ambigüedad con la que se describen las terapias de conversión.
Aunque tanto médicos como psiquiatras y la asociación de padres coinciden en condenar la existencia de estas terapias, insisten en que la advertencia del Consejo de Estado es algo a tener en cuenta.
Al parecer del organismo asesor, la ambigüedad a la hora de describir y concretar lo que es una terapia de conversión en la ley de Montero puede conllevar a una inhabilitación de profesionales sanitarios y que a determinados padres "nos quiten la custodia de nuestros hijos".
En sus declaraciones a EL ESPAÑOL, la Agrupación Amanda insiste en que tal y como está redactada la ley, si llevan a sus hijos a consultas psiquiátricas o médicas para analizar si, en su deseo de cambiar de género, hay algún tipo de detonante previo, "nos pueden acusar de acudir a una terapia de conversión".
El grupo de madres y padres se describe a sí mismo como "laico" y ni de "derechas ni de izquierdas" por eso se están reuniendo con todas las agrupaciones políticas para mostrarles su parecer sobre la futura norma, ahora que inicia su trámite parlamentario. "Somos la primera agrupación de familias que les ha dicho esto. Hasta ahora solo se ha escuchado al otro lado", han añadido.
Para los profesionales sanitarios es muy importante diferenciar bien qué es una terapia de conversión para que no se confunda con el ejercicio de su práctica clínica. "Los menores que expresan una discrepancia de sexo deben ser evaluados de forma integral. En Medicina no hacemos compartimentos estancos, no hay zonas del organismo que queden vetadas o excluidas cuando evaluamos a un paciente", explica a este diario.
Ante estas declaraciones, la vicepresidenta de los médicos madrileños insiste en que "no hay evidencia en la literatura científica sobre la etiología de la disforia de sexo acelerada ni de los efectos a medio y largo plazo de las terapias de hormonación cruzada". Y, por ello, pide "cautela política".
"Debemos ampliar la mirada y no ideologizar la medicina. En el mundo hay 35.000 personas trans que desean detransicionar y que están siendo muy activos en la difusión de un mensaje de alerta frente a intereses socioeconómicos que pueden dañar al ser humano duramente", concluye la vocal de los médicos madrileños.
Con todo ello, la gran mayoría de padres de menores trans que ya han comenzado la hormonación y las asociaciones de LGTBI que han estado detrás de la ley defienden la dureza emocional que supone para un adolescente la llegada de la pubertad.
Esa es una de las razones para avalar el cambio de género y la hormonación siendo menores de edad. En ese momento, sus hormonas todavía no han empezado a actuar y, así, se evita al menor pasar por el trauma de ver desarrollarse su cuerpo en una identidad de género con la que no se identifica.
La clave, insisten los detractores, es en la madurez que se le presupone al menor. "Por ello, y ante la duda, creemos que la ley en su tramitación en el Congreso de los Diputados debería de incluir, por lo menos, las evoluciones psiquiátricas y médicas de cada caso", finalizan.
Link:
https://www.elespanol.com/espana/2022070...599_0.html
Finlandia, Suecia y Reino Unido están controlando las hormonaciones en menores de edad, uno de los puntos más controvertidos de la ley española.
9 de julio de 2022 por I. P. Nova
Finlandia, Suecia y Reino Unido, los países en cuya legislación se inspiró la conocida como Ley Trans, están rectificando en sus regulaciones. Particularmente en la implantación de las terapias hormonales en menores de edad, que ha calcado la normativa española.
El caso más reciente ha sido el de Suecia que, coincidiendo con el anuncio de la Ley Trans española, rectificaba en la suya. El país pionero en las leyes trans, el primero en reconocer la disforia de género en el año 1972, se niega ya a hacer tratamientos hormonales a menores.
Aun así, las asociaciones de médicos y la agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas con Disforia Acelerada (Amanda) denuncian aspectos polémicos en la norma.
"El Misterio de Sanidad sueco ha publicado nuevos protocolos planteando que en el caso de los menores sólo se puede hacer terapia de hormonación cuando pasen por el Comité de Bioética Nacional y si el menor no ha tenido una problemática previa de salud mental", insisten.
[Ley Trans: el Gobierno aprueba la norma que permite cambiar nombre y sexo desde los 14 años]
Suecia no es el único país que está empezando a endurecer sus leyes en lo que respecta a menores de edad trans. En el Reino Unido se exige desde 2020 una autorización judicial para que los menores de entre 16 y 18 años puedan recibir tratamiento hormonal; antes no era así.
Además, el Sistema de Salud Británico (NHS) encargó en 2020 una revisión a la pediatra Hilary Cass para analizar cómo se había atendido a los jóvenes con incongruencia de género. El estudio todavía no ha concluido, pero, según las portavoces de la asociación Amanda, va a usarse para revisar las políticas de Reino Unido.
La agrupación de adolescentes y menores con disforia asegura que lo que ha pasado en estos tres países es "un ejemplo" de lo que podría pasar en España si se eliminan las pruebas psicológicas y médicas en menores de edad.
Psiquiatras y médicos
Arango defiende que hay que legislar para que el menor de edad que quiera acceder a una reasignación tenga la oportunidad, pero "con todas las medidas de seguridad". En este sentido, argumenta que se debe de hacer un análisis previo desde la faceta clínica, precisamente lo que niega la ley de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
El experto en psiquiatría infantojuvenil, en una conversación con EL ESPAÑOL, explica que desde su organismo han creado un grupo de trabajo para analizar la legislación y sus consecuencias porque, a su juicio, "no se pueden hacer leyes según las modas".
Luisa González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid, coincide con la agrupación de psiquiatras y reitera que, desde su organismo, están "a favor de que sean precisos informes de médicos y de psiquiatras que constaten la disforia".
Hay que recordar que, esta misma semana, el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno de España, ha puesto en duda varios aspectos clave de esta ley. Entre ellos, el cambio de género para menores de edad sin análisis clínico y la ambigüedad con la que se describen las terapias de conversión.
Aunque tanto médicos como psiquiatras y la asociación de padres coinciden en condenar la existencia de estas terapias, insisten en que la advertencia del Consejo de Estado es algo a tener en cuenta.
Al parecer del organismo asesor, la ambigüedad a la hora de describir y concretar lo que es una terapia de conversión en la ley de Montero puede conllevar a una inhabilitación de profesionales sanitarios y que a determinados padres "nos quiten la custodia de nuestros hijos".
En sus declaraciones a EL ESPAÑOL, la Agrupación Amanda insiste en que tal y como está redactada la ley, si llevan a sus hijos a consultas psiquiátricas o médicas para analizar si, en su deseo de cambiar de género, hay algún tipo de detonante previo, "nos pueden acusar de acudir a una terapia de conversión".
El grupo de madres y padres se describe a sí mismo como "laico" y ni de "derechas ni de izquierdas" por eso se están reuniendo con todas las agrupaciones políticas para mostrarles su parecer sobre la futura norma, ahora que inicia su trámite parlamentario. "Somos la primera agrupación de familias que les ha dicho esto. Hasta ahora solo se ha escuchado al otro lado", han añadido.
Para los profesionales sanitarios es muy importante diferenciar bien qué es una terapia de conversión para que no se confunda con el ejercicio de su práctica clínica. "Los menores que expresan una discrepancia de sexo deben ser evaluados de forma integral. En Medicina no hacemos compartimentos estancos, no hay zonas del organismo que queden vetadas o excluidas cuando evaluamos a un paciente", explica a este diario.
Ante estas declaraciones, la vicepresidenta de los médicos madrileños insiste en que "no hay evidencia en la literatura científica sobre la etiología de la disforia de sexo acelerada ni de los efectos a medio y largo plazo de las terapias de hormonación cruzada". Y, por ello, pide "cautela política".
"Debemos ampliar la mirada y no ideologizar la medicina. En el mundo hay 35.000 personas trans que desean detransicionar y que están siendo muy activos en la difusión de un mensaje de alerta frente a intereses socioeconómicos que pueden dañar al ser humano duramente", concluye la vocal de los médicos madrileños.
Con todo ello, la gran mayoría de padres de menores trans que ya han comenzado la hormonación y las asociaciones de LGTBI que han estado detrás de la ley defienden la dureza emocional que supone para un adolescente la llegada de la pubertad.
Esa es una de las razones para avalar el cambio de género y la hormonación siendo menores de edad. En ese momento, sus hormonas todavía no han empezado a actuar y, así, se evita al menor pasar por el trauma de ver desarrollarse su cuerpo en una identidad de género con la que no se identifica.
La clave, insisten los detractores, es en la madurez que se le presupone al menor. "Por ello, y ante la duda, creemos que la ley en su tramitación en el Congreso de los Diputados debería de incluir, por lo menos, las evoluciones psiquiátricas y médicas de cada caso", finalizan.
Link:
https://www.elespanol.com/espana/2022070...599_0.html