En mis tiempos mozos lo practicaba. Tenías el cuerpo lleno de moratones siempre o con golpes en las rodillas y codos. Había gente muy buena. Recuerdo ir los jueves a un centro cultural que nos habían cedido con un suelo impresionante, el resto de días en la calle, en pasadizos, zonas de descanso entre los escaparates y la calle, pasillos anchos de intercambiadores... zonas que tuviesen un suelo liso y resbaladizo. Si el suelo no era resbaladizo ya lo hacíamos nosotros con un spray de silicona.
Evidentemente no llegué al nivel de esta gente, pero sí participamos en concursos de discotecas en sesiones hip-hop y llegamos a ir al Lunatic de Barcelona.
Después la vida te lleva por otros derroteros y todo es ya un recuerdo
Evidentemente no llegué al nivel de esta gente, pero sí participamos en concursos de discotecas en sesiones hip-hop y llegamos a ir al Lunatic de Barcelona.
Después la vida te lleva por otros derroteros y todo es ya un recuerdo
1801 f RS