26-05-2017, 13:54
Bueno, pues había un hilo con un título similar, pero el OP lo borró desconozco los motivos y por lo visto no se puede recuperar, así que abro otro que será continuación de lo que ya había.
Como está borrado el otro, se puede repetir.
Y si de paso damos datos del grupo o la canción, pues puede ser interesante.
Yo voy a abrir con el tema que cambió mi percepción de la música, el que me hizo dar el paso de la música más infantil y comercial, más de radiofórmula aunque en los 80 la calidad y variedad de la música era infinitamente superior a la de la radio comercial de hoy. Abracé un tipo de música más madura. Tenía 15 años recién cumplidos y por la noche estaba escuchando casualmente, un programa de radio en el que presentaron el disco completo de U2, The Joshua Tree, uno de los mejores álbumes del siglo y tal vez, el canto de cisne de la banda que bajo mi punto de vista, hasta ese momento habían ido creciendo con cada disco, pero a partir de ahí fueron en descenso ininterrumpido, aunque todo eso lo descubriría después.
En aquel momento, de noche, metido en la cama con los auriculares puestos a mi radio cassette Philips de doble pletina, escuché el primer tema, Where the streets have no name, ese órgano hammond fue llenando la atmósfera en la absoluta oscuridad en la que me encontraba, mientras llegaban los primeros acordes de guitarra de The Edge aumentando en intensidad y se me pusieron los pelos de punta. Escuché el disco entero en ese programa y mi vida cambió musicalmente para siempre. Aceptando incluso la cuarta canción, Bullet the blue Sky, con un nivel de oscuridad y complejidad muy superior al de nada que había escuchado habitualmente antes y descubriendo joyas que no llegaron a ser single como Running to stand still o One tree hill. Por supuesto, me compré la cinta original que gasté escuchándola una y mil veces.
Esta es la canción que me cambió musicalmente.
Como está borrado el otro, se puede repetir.
Y si de paso damos datos del grupo o la canción, pues puede ser interesante.
Yo voy a abrir con el tema que cambió mi percepción de la música, el que me hizo dar el paso de la música más infantil y comercial, más de radiofórmula aunque en los 80 la calidad y variedad de la música era infinitamente superior a la de la radio comercial de hoy. Abracé un tipo de música más madura. Tenía 15 años recién cumplidos y por la noche estaba escuchando casualmente, un programa de radio en el que presentaron el disco completo de U2, The Joshua Tree, uno de los mejores álbumes del siglo y tal vez, el canto de cisne de la banda que bajo mi punto de vista, hasta ese momento habían ido creciendo con cada disco, pero a partir de ahí fueron en descenso ininterrumpido, aunque todo eso lo descubriría después.
En aquel momento, de noche, metido en la cama con los auriculares puestos a mi radio cassette Philips de doble pletina, escuché el primer tema, Where the streets have no name, ese órgano hammond fue llenando la atmósfera en la absoluta oscuridad en la que me encontraba, mientras llegaban los primeros acordes de guitarra de The Edge aumentando en intensidad y se me pusieron los pelos de punta. Escuché el disco entero en ese programa y mi vida cambió musicalmente para siempre. Aceptando incluso la cuarta canción, Bullet the blue Sky, con un nivel de oscuridad y complejidad muy superior al de nada que había escuchado habitualmente antes y descubriendo joyas que no llegaron a ser single como Running to stand still o One tree hill. Por supuesto, me compré la cinta original que gasté escuchándola una y mil veces.
Esta es la canción que me cambió musicalmente.
- Lo único que necesitas para freír un huevo es, un Universo -