[grinch]

Y el que escribe es otro ciclista que se ha cagado en su puta madre 50 veces.

Os pongo en situación, carretera local de doble sentido entre Aranjuez y Chinchón, aprox. 11:00h de la mañana, arcenes limpios, asfalto en perfecto estado, recta despejada con visibilidad perfecta.

Pelotones medianos, algún pelotón pequeño, descolgados...y un espécimen que va a su aire, pero haciendo eses por todo el centro del carril...yo voy con el coche, a 80Km/h clavados con el control de crucero, porque hay bastantes ciclistas...quito el control y me asusto, no sé si le está dando una bajada de azúcar, si va borracho o qué demonios sé yo...sigo frenando y ya casi al ponerme a su altura y dejar más de metro y medio (tenía invadido casi todo el carril contrario), de repente gira 90º hacia la izquierda y se planta en el MEDIO de la calzada, aunque iba ya despacio vigilándolo, susto que me llevo y ya invado el carril contrario por completo...


....pues el colega iba tan pancho con el WHATSAPP de los cojones con una sonrisa de oreja a oreja. Le pego dos pitadas, el notas me saluda como quien saluda a un amiguete y sigue a lo suyo, chateando y haciendo eses. Un personaje de unos 45 años con los cojones negros, supongo. Lo agudo del caso es que iba con una Specialized de carbono e indumentaria bastante pro, es decir, postureo sano. Vamos, que por el ritmo que llevaba podía ser el típico iniciado que va pisando huevos con una Otero de los 80. Qué va.

Como ciclista aficionado que soy, me tocan muuuucho los cojones estos subnormales. Porque por su puta culpa pagamos todos el pato de la mala fama que tenemos. No he parado porque iba en coche y no era plan de parar en el arcén invadiendo medio carril, si me llega a pillar con la moto sí paro. 

¿Alguien entiende el poco amor propio y el retraso que sufre la sociedad actualmente? Yo lo estoy intentando, sin éxito...


Perdón por el tocho.

No me lo puedo creer. Me enerva observar conductores manejando el teléfono móvil, me parece de temerario desprecio hacia la integridad física de los demás, pero que lo haga un ciclista...  de verdad que es del género tonto y todavía peor, no solo no es consciente del riesgo que corre, sino que todavía reacciona como un membrillo al llamarle la atención.