12-07-2017, 22:10
Bueno, cuando no tengo nada que hacer, me pongo a recordar cosas, vamos como todo hijo de vecino, y estos días me estaba acordando de cuando me saqué el carnet de conducir. Fue hace ya 8 años de esto, cuando sea octubre, y recuerdo que las pasé un poco canutillas por los nervios que tenía siempre, y me hizo tener una serie de cosas graciosas/curiosas.
- Lo primero, por los nervios, en el teórico se me olvidó el DNI en casa (a 16 km y sin transporte público) dentro de un escáner. 10 minutos antes del examen, llamando a mi madre que cogiera un taxi por lo que más quisiera para traermelo. Menos mal que mi autoescuela empezaba en "S" y fuí de la última tanda.
- Ya que había aprobado el teórico, nos viene el práctico. En las clases más o menos normal, lo típico que a todos nos pasa y demás, peeero, yo, no se de que manera, confundí un cartel de estos redonditos que hay en los bares en lo alto con publicidad de la marca de cerveza que vendan (el típico disco que es de Cruzcampo y pone Bar Manolo), con un STOP. Sí, era redondito y rojo, y de los nervios me paré en seco en mitad de la calle. El profesor a grito pelado diciendome porque hacía eso, y yo, pues mira, la señal, la señal. La cara del profesor apoteósica, primero se quedó blanco, luego intentaba no reirse, y finalmente se descojonó en mi cara mientras daba parcha atrás y me enseñaba el cartelito de marras. Aún se sigue contando la anecdotita en la autoescuela aunque me enteré que en otros pueblos pasaron cosas parecidas.
- Bueno, pues tras 18 clases, tocaba examinarse, todo perfecto, tocaba con mis dedos el aprobado, y me emocioné tanto que me metí en dirección prohibida. Ale, suspenso.
- A la segunda, iba ahí con todos mis ánimos, a hacer el examen perfecto, pues no se me ocurre ni más ni menos, que en una calle muy muy estrechita, en vez de ir despacito para evitar darme con algún coche aparcado o similar, acelerar a tope, ¿Resultado? Me llevé con el retrovisor (sin querer) un bolso de una señora que pasaba por allí. Yo a toda ostia, el bolso por ahí enganchado al retrovisor y la señora corriendo detrás. Como buen ciudadano, paré, me bajé del coche, cogí el bolso y se lo devolví, no sin disculparme. Yo, inocente de mí, pensé que por aquel gesto tan caballeroso, el profesor tendría mano ancha, y de hecho, como me dejó seguir todo el examen (15 minutos más dando vueltas por la ciudad como un tonto), pensé que aprobaría (enserio). Resultado, aparco, y le pregunto al examinador si he aprobado. La cara del examinador, parecía que se le había muerto alguien), y por supuesto, suspenso por accidente.
Luego como es normal, ya aprobé y todo eso, y desde entonces genial, pero, ¿habeís tenido alguna anécdota por el estilo? Yo sigo siendo el hazmerreir de la autoescuela 8 años despues, pero bueno, me lo tomo con filosofía, y hoy día, realmente me hace gracia.
- Lo primero, por los nervios, en el teórico se me olvidó el DNI en casa (a 16 km y sin transporte público) dentro de un escáner. 10 minutos antes del examen, llamando a mi madre que cogiera un taxi por lo que más quisiera para traermelo. Menos mal que mi autoescuela empezaba en "S" y fuí de la última tanda.
- Ya que había aprobado el teórico, nos viene el práctico. En las clases más o menos normal, lo típico que a todos nos pasa y demás, peeero, yo, no se de que manera, confundí un cartel de estos redonditos que hay en los bares en lo alto con publicidad de la marca de cerveza que vendan (el típico disco que es de Cruzcampo y pone Bar Manolo), con un STOP. Sí, era redondito y rojo, y de los nervios me paré en seco en mitad de la calle. El profesor a grito pelado diciendome porque hacía eso, y yo, pues mira, la señal, la señal. La cara del profesor apoteósica, primero se quedó blanco, luego intentaba no reirse, y finalmente se descojonó en mi cara mientras daba parcha atrás y me enseñaba el cartelito de marras. Aún se sigue contando la anecdotita en la autoescuela aunque me enteré que en otros pueblos pasaron cosas parecidas.
- Bueno, pues tras 18 clases, tocaba examinarse, todo perfecto, tocaba con mis dedos el aprobado, y me emocioné tanto que me metí en dirección prohibida. Ale, suspenso.
- A la segunda, iba ahí con todos mis ánimos, a hacer el examen perfecto, pues no se me ocurre ni más ni menos, que en una calle muy muy estrechita, en vez de ir despacito para evitar darme con algún coche aparcado o similar, acelerar a tope, ¿Resultado? Me llevé con el retrovisor (sin querer) un bolso de una señora que pasaba por allí. Yo a toda ostia, el bolso por ahí enganchado al retrovisor y la señora corriendo detrás. Como buen ciudadano, paré, me bajé del coche, cogí el bolso y se lo devolví, no sin disculparme. Yo, inocente de mí, pensé que por aquel gesto tan caballeroso, el profesor tendría mano ancha, y de hecho, como me dejó seguir todo el examen (15 minutos más dando vueltas por la ciudad como un tonto), pensé que aprobaría (enserio). Resultado, aparco, y le pregunto al examinador si he aprobado. La cara del examinador, parecía que se le había muerto alguien), y por supuesto, suspenso por accidente.
Luego como es normal, ya aprobé y todo eso, y desde entonces genial, pero, ¿habeís tenido alguna anécdota por el estilo? Yo sigo siendo el hazmerreir de la autoescuela 8 años despues, pero bueno, me lo tomo con filosofía, y hoy día, realmente me hace gracia.