25-10-2017, 12:36
Los coches eléctricos estarán obligados a emitir ruido a partir de 2019
Jaime Ramos
08SEP2017
12:23
3 Comentarios
Movilidad Sostenible
Toma de corriente de coche eléctrico
La llegada de los coches eléctricos supondrá un cambio en muchos aspectos de la conducción y el área de la seguridad no iba a ser una excepción. Hemos comentado con anterioridad cómo resuelven los fabricantes de coches eléctricos la seguridad de la batería, pronto los fabricantes de modelos híbridos y eléctricos se verán obligados a incorporar de serie dispositivos que emitan un ruido identificable para aumentar esa seguridad.
Tanto en Estados Unidos, como en Europa, será 2019 el año en que entre en vigor la normativa. Para el caso de nuestro continente, nos encontramos desde 2014 en un periodo en que las autoridades de la Unión Europea ha calificado como de adaptación (de hecho, ya hay algunos modelos que han ido incorporando sistemas acústicos).
Esta nueva regla será de aplicación obligatoria a todo tipo de motorizaciones eléctricas: híbridas, híbridas enchufables, 100% eléctricas, eléctricas de autonomía extendida y las que monten pila de combustible de hidrógeno. Todos ellos son estandartes de una nueva generación en pos de la movilidad sostenible y están irrumpiendo poco a poco (y en silencio) en nuestras calles.
Los principales defensores del coche eléctrico no dejan de recalcar que su conducción silenciosa es una gran ventaja en términos de contaminación acústica. Además, aporta una experiencia diferente a la conducción. Muchos fabricante afirman que esa ausencia de ruidos de la combustión reduce en algunos los niveles de estrés al volante. Es ese silencio el que se pretende evitar desde el punto de vista de la seguridad, en concreto para los peatones.
Silencio vs Ruido: la seguridad vial es lo primero
Midiendo la contaminación acústica
Para el caso que nos ocupa, ruido y la Seguridad Vial han ido tradicionalmente de la mano. Según datos de las autoridades en materia de transportes en Estados Unidos (Department of Transportation), existe un 19% más de probabilidad de que un vehículo eléctrico atropelle a un peatón comparado con uno convencional. Con esa nueva regulación, que en ese país será de obligado cumplimiento a partir del 1 de septiembre de 2019, se estima que puedan evitarse unas 2.400 víctimas relacionadas con estas situaciones.
Esas víctimas van asociadas al ruido que no emiten los coches eléctricos porque en el resto de aspectos, está demostrado que los coches eléctricos son tan seguros, o más, que los tradicionales.
En Europa nos adelantaremos un poco, al 1 de julio de 2019, para que la norma entre en vigor. Están todavía por ver los requisitos exactos que se exigirán. En Estados Unidos será obligatorio que todos los automóviles con motor eléctrico que pesen menos de 4,5 toneladas emitan ruido por encima de los 30 km/h, tanto hacia adelante como marcha atrás. Tampoco se podrá desconectar el sistema, tal y como permiten algunos vehículos en la actualidad.
En relación a esto, la Comisión Europea ya redactó en 2011 una serie de recomendaciones en las que se situaba esa velocidad en 20 km/h. Otra diferencia para los europeos es que esa fecha, 2019, se refiere a los modelos nuevos, mientras que para el resto se ha fijado otra, 2021.
¿Qué ruido tendrán que emitir los vehículos eléctricos?
El tipo de ruido que han de emitir es un campo controvertido, sobre todo para los defensores acérrimos del coche eléctrico. Estos creen que el sonido que emitan ha de ser único, alejándose del ruido al que nos tienen acostumbrados los vehículos con motores térmicos.
La propuesta de la Unión Europea, por su parte, señala que “el sonido generado por los coches eléctricos debe ser continuo y proporcionar información suficiente a peatones y otros usuarios de la vía que sean vulnerables. El sonido debe ser fácilmente identificativo del comportamiento de un vehículo y debería sonar similar al sonido de un vehículo de la misma categoría que monte un motor de combustión interna.”
Esto contrasta con la visión del máximo responsable de la compañía francesa Arkamys, Philippe Tour. La empresa se dedica, precisamente, al desarrollo de sistemas acústicos de alerta para vehículos (AVAS, por sus siglas en inglés). Tour cree que los eléctricos no tienen por qué sonar a algo que ya conozcamos, y piensa que los fabricantes preferirían optar por otro tipo de sonidos.
Por su parte, la Asociación de Perros Guía en Reino Unido (Guide Dogs charity) ha redactado una serie de recomendaciones dirigidas a los fabricantes para ayudarles a definir el ruido pensando en la seguridad de los invidentes:
El vehículo ha de escucharse sea cual sea su localización y velocidad.
Que el sistema de generación de ruido tenga en cuenta cuando un vehículo ha de operar en condiciones más silenciosas.
Ese mismo sistema ha de informar de la dirección del coche, especialmente si se encuentra en una situación de parada temporal.
El sonido generado debería imitar el sonido generado por un vehículo de combustión interna de características similares, realizando maniobras parecidas.
Que el sistema no se pueda desconectar en ningún caso.
¿Podrá la conducción autónoma devolver el silencio a los coche eléctricos?
Todo parece indicar que los coches eléctricos van a terminar sonando de forma similar a los de combustión, dados los requisitos de seguridad que los legisladores han contemplado. Sin embargo, esta situación no tiene por qué ser permanente, al menos si miramos a largo plazo. Para ello, hemos de introducir en la ecuación del ruido la compleja variable de la conducción autónoma.
De esta tecnología en ciernes se ha llegado a decir que, cuando el vehículo automatizado alcance el Nivel 5 de conducción autónoma, los accidentes se reducirán a meras anécdotas. Uno de los ejemplos de su utilidad viene dado por la capacidad que tendrán los vehículos para detectar a los peatones y detenerse en caso de riesgo evidente. Esto puede llevarnos a pensar que en un futuro estas prestaciones puedan devolver el silencio a los coches eléctricos. De momento, esto es tan solo un pensamiento utópico, teniendo en cuenta que hasta la fecha no existe un desarrollo de la conducción autónoma infalible.
En Circula Seguro | Diferencias básicas a la hora de conducir un coche eléctrico frente a uno de combustión
Imágenes | iStock/Zapp2Photo, iStock/Sjale e iStock/ermess
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¿Conoces los seis niveles de inteligencia de los vehículos autónomos?¿Qué tiene que ver el Big Data con la movilidad?Circula Seguro
CATEGORÍAS Movilidad Sostenible, Vehiculos y tecnologiaETIQUETAS Coches electricos, Comportamiento del conductor, tecnologia
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http://www.circulaseguro.com/los-coches-...tropellos/
Jaime Ramos
08SEP2017
12:23
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Movilidad Sostenible
Toma de corriente de coche eléctrico
La llegada de los coches eléctricos supondrá un cambio en muchos aspectos de la conducción y el área de la seguridad no iba a ser una excepción. Hemos comentado con anterioridad cómo resuelven los fabricantes de coches eléctricos la seguridad de la batería, pronto los fabricantes de modelos híbridos y eléctricos se verán obligados a incorporar de serie dispositivos que emitan un ruido identificable para aumentar esa seguridad.
Tanto en Estados Unidos, como en Europa, será 2019 el año en que entre en vigor la normativa. Para el caso de nuestro continente, nos encontramos desde 2014 en un periodo en que las autoridades de la Unión Europea ha calificado como de adaptación (de hecho, ya hay algunos modelos que han ido incorporando sistemas acústicos).
Esta nueva regla será de aplicación obligatoria a todo tipo de motorizaciones eléctricas: híbridas, híbridas enchufables, 100% eléctricas, eléctricas de autonomía extendida y las que monten pila de combustible de hidrógeno. Todos ellos son estandartes de una nueva generación en pos de la movilidad sostenible y están irrumpiendo poco a poco (y en silencio) en nuestras calles.
Los principales defensores del coche eléctrico no dejan de recalcar que su conducción silenciosa es una gran ventaja en términos de contaminación acústica. Además, aporta una experiencia diferente a la conducción. Muchos fabricante afirman que esa ausencia de ruidos de la combustión reduce en algunos los niveles de estrés al volante. Es ese silencio el que se pretende evitar desde el punto de vista de la seguridad, en concreto para los peatones.
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Para el caso que nos ocupa, ruido y la Seguridad Vial han ido tradicionalmente de la mano. Según datos de las autoridades en materia de transportes en Estados Unidos (Department of Transportation), existe un 19% más de probabilidad de que un vehículo eléctrico atropelle a un peatón comparado con uno convencional. Con esa nueva regulación, que en ese país será de obligado cumplimiento a partir del 1 de septiembre de 2019, se estima que puedan evitarse unas 2.400 víctimas relacionadas con estas situaciones.
Esas víctimas van asociadas al ruido que no emiten los coches eléctricos porque en el resto de aspectos, está demostrado que los coches eléctricos son tan seguros, o más, que los tradicionales.
En Europa nos adelantaremos un poco, al 1 de julio de 2019, para que la norma entre en vigor. Están todavía por ver los requisitos exactos que se exigirán. En Estados Unidos será obligatorio que todos los automóviles con motor eléctrico que pesen menos de 4,5 toneladas emitan ruido por encima de los 30 km/h, tanto hacia adelante como marcha atrás. Tampoco se podrá desconectar el sistema, tal y como permiten algunos vehículos en la actualidad.
En relación a esto, la Comisión Europea ya redactó en 2011 una serie de recomendaciones en las que se situaba esa velocidad en 20 km/h. Otra diferencia para los europeos es que esa fecha, 2019, se refiere a los modelos nuevos, mientras que para el resto se ha fijado otra, 2021.
¿Qué ruido tendrán que emitir los vehículos eléctricos?
El tipo de ruido que han de emitir es un campo controvertido, sobre todo para los defensores acérrimos del coche eléctrico. Estos creen que el sonido que emitan ha de ser único, alejándose del ruido al que nos tienen acostumbrados los vehículos con motores térmicos.
La propuesta de la Unión Europea, por su parte, señala que “el sonido generado por los coches eléctricos debe ser continuo y proporcionar información suficiente a peatones y otros usuarios de la vía que sean vulnerables. El sonido debe ser fácilmente identificativo del comportamiento de un vehículo y debería sonar similar al sonido de un vehículo de la misma categoría que monte un motor de combustión interna.”
Esto contrasta con la visión del máximo responsable de la compañía francesa Arkamys, Philippe Tour. La empresa se dedica, precisamente, al desarrollo de sistemas acústicos de alerta para vehículos (AVAS, por sus siglas en inglés). Tour cree que los eléctricos no tienen por qué sonar a algo que ya conozcamos, y piensa que los fabricantes preferirían optar por otro tipo de sonidos.
Por su parte, la Asociación de Perros Guía en Reino Unido (Guide Dogs charity) ha redactado una serie de recomendaciones dirigidas a los fabricantes para ayudarles a definir el ruido pensando en la seguridad de los invidentes:
El vehículo ha de escucharse sea cual sea su localización y velocidad.
Que el sistema de generación de ruido tenga en cuenta cuando un vehículo ha de operar en condiciones más silenciosas.
Ese mismo sistema ha de informar de la dirección del coche, especialmente si se encuentra en una situación de parada temporal.
El sonido generado debería imitar el sonido generado por un vehículo de combustión interna de características similares, realizando maniobras parecidas.
Que el sistema no se pueda desconectar en ningún caso.
¿Podrá la conducción autónoma devolver el silencio a los coche eléctricos?
Todo parece indicar que los coches eléctricos van a terminar sonando de forma similar a los de combustión, dados los requisitos de seguridad que los legisladores han contemplado. Sin embargo, esta situación no tiene por qué ser permanente, al menos si miramos a largo plazo. Para ello, hemos de introducir en la ecuación del ruido la compleja variable de la conducción autónoma.
De esta tecnología en ciernes se ha llegado a decir que, cuando el vehículo automatizado alcance el Nivel 5 de conducción autónoma, los accidentes se reducirán a meras anécdotas. Uno de los ejemplos de su utilidad viene dado por la capacidad que tendrán los vehículos para detectar a los peatones y detenerse en caso de riesgo evidente. Esto puede llevarnos a pensar que en un futuro estas prestaciones puedan devolver el silencio a los coches eléctricos. De momento, esto es tan solo un pensamiento utópico, teniendo en cuenta que hasta la fecha no existe un desarrollo de la conducción autónoma infalible.
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Imágenes | iStock/Zapp2Photo, iStock/Sjale e iStock/ermess
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