30-09-2017, 12:03
Antes del iPhone X, voy a probar a su hermano, el iPhone 8 Plus. Veremos qué tal es “el primer iPhone de 2017”.
UNBOXING.
El iPhone 8 Plus viene en tres colores: Space Grey, Silver y Gold. Dependiendo del color escogido, la caja viene en un color u otro (negra, blanca y dorada, respectivamente). En mi caso, he optado por el Space Grey, por lo que la caja viene en color negro, como la del año pasado si escogías el famoso “Jet Black”.
En la parte frontal nos encontramos con la parte trasera del terminal, a los lados izquierdo y derecho la tipografía “iPhone” y en la parte superior e inferior la manzana, y por detrás la información del dispositivo, lo que contiene la caja… en definitiva, lo de siempre.
Cuando lo abrimos, en vez del dispositivo ahora está la cajita donde viene toda la información, garantía, pegatinas, pincho para quitar la tarjeta sim… y debajo de ésta nos encontramos ya el teléfono, creo que es algo que cambiaron con el iPhone 7. Debajo del teléfono tenemos el cargador y los EarPods Lightning, con su adaptador a 3,5mm y el cargador USB-Lightning. Sí, es el de 5W, así que si quieres carga rápida… a pasar por caja.
DISEÑO.
Es el cuarto año del diseño inaugurado por el iPhone 6, en 2014. Obviamente, es un diseño que se ve “anticuado”, aunque no se puede decir que sea feo, porque a mi me resulta muy bonito y elegante en este color. El cristal es el toque que le faltaba para ser un diseño redondo, y hemos pasado de tener las porterías en el 6/6S a las “semi porterías” del 7, a un cristal con unos colores que a mí personalmente me encantan, en especial, habiéndolo visto en la tienda, el Gold, me parece un color precioso, y eso que no soy fan de dichos colores.
Por lo que respecta a mi terminal, el Space Grey es muy bonito, es un gris oscuro, que cuando no le da La Luz parece negro. Yo ya tengo claro qué color voy a coger para el iPhone X.
El teléfono por otro lado, me parece exageradamente grande y sobre todo, pesado. No soy fan de los “phablets”, pero en esta ocasión me parece excesivo, siempre lo he dicho, y lo diré, no me gusta este tamaño. Otra cosa es que te acabes acostumbrando, pero por gustar… no me convence. Y luego esta el tema del peso, 202gr es mucho para un móvil, y se hace pesado al llevarlo y en la mano. Y el tema del tamaño se nota también en mi día a día, en mi coche no tengo ningún sitio donde entre el terminal, ni en el posavasos, ni en el hueco que hicieron para móviles… es muy grande (también decir que si, mi coche no brilla tampoco por sus huecos para dejar objetos), y en ciertos pantalones sobresale del bolsillo.
Más allá de eso, el diseño es el de siempre, me parece más ergonómico en la mano que el 6, ya que resbala menos (el ser mas grueso creo que influye bastante).
El cristal de detrás se ensucia con mirarlo, pero como ya dije con el S8 es algo normal, así que no lo pongo ni como positivo ni negativo, solo que ese diseño se queda sucio con mirarlo.
PANTALLA Y SONIDO.
Respecto a la pantalla, tenemos una pantalla FullHD de 5,5”. Vamos, lo de siempre desde el iPhone 6 Plus. No obstante, incorpora alguna novedad, como la pantalla TrueTone, que a mí personalmente me encanta en el iPad, y en el iPhone tampoco es una excepción. Me encantaría tenerlo en el Mac, porque para cuando estás muchas delante de una pantalla se nota. También, como ocurre en el iPad cuando entras en la app de fotos se desactiva para que no altere los colores, buen detalle. Respecto de la pantalla del 6 pues noto bastante mayor contraste, mejores colores… casi todos los cambios que metieron el año pasado con el iPhone 7.
En cuanto al sonido, me parece muy bueno, aquí puedo afirmar sin despeinarme que respecto al audio del S8 le da mil vueltas el iPhone al Samsung, que para mi fue lo que menos me gustó del Galaxy. Suena alto, claro y con bastantes bajos y graves, como en todos los últimos productos de la marca. El sonido de las llamadas me parece bastante superior al del iPhone 6, suena mucho más alto y se oye, sobre todo, con una mayor calidad en la conversación.
RENDIMIENTO.
Tiene el A11 Bionic, con 3GB de RAM. Obviamente el salto respecto de un iPhone 6 es… brutal, y mas desde iOS 11 que ha dejado en bastante mal lugar al iPhone 6. Todo se mueve espectacular, genial, aun así, echo en falta el Pro Motion que si tiene el iPad Pro, y que a pesar de que con iOS 11 tampoco tiene esa fluidez que me asombró cuando lo saqué de la caja, me sigue pareciendo “mas fluido” el iPad que el iPhone, a pesar de ser éste último más potente. Pero bueno, como sabemos serán “features” del año que viene. Y como me viene pasando con los últimos cacharros de gama alta, es que en este aspecto poco más tengo que añadir, porque todos se mueven tan bien, funcionan más rápidos que muchos ordenadores, y realmente a mi las pruebas de AnTuTu o Benchmark me dan igual, solo se que el terminal funciona como debe ir un terminal de este precio, se llame iPhone 8, iPad Pro o Galaxy S8.
La autonomía, ídem de ídem, pasar de un iPhone 6 (no Plus) a este es en este aspecto un cambio abismal. Con un uso intensivo de cámara (fotos y vídeos a 4K 60fps), navegación, llamadas, FaceTime, redes sociales, te dura un día de sobra, pero no te llega para más de un día. Con mi uso normal, como me esperaba, ronda el día y medio. Tarda en cargar su tiempo, al no tener carga rápida de serie (y no, no pienso desembolsar 80€ en un cargador, lo siento). No obstante, con el del iPad Pro, que es de 12W, si que he notado que carga algo más rápido, aunque la diferencia no es muy notoria que digamos. También tiene carga inalámbrica, pero tampoco la he probado.
UNBOXING.
El iPhone 8 Plus viene en tres colores: Space Grey, Silver y Gold. Dependiendo del color escogido, la caja viene en un color u otro (negra, blanca y dorada, respectivamente). En mi caso, he optado por el Space Grey, por lo que la caja viene en color negro, como la del año pasado si escogías el famoso “Jet Black”.
En la parte frontal nos encontramos con la parte trasera del terminal, a los lados izquierdo y derecho la tipografía “iPhone” y en la parte superior e inferior la manzana, y por detrás la información del dispositivo, lo que contiene la caja… en definitiva, lo de siempre.
Cuando lo abrimos, en vez del dispositivo ahora está la cajita donde viene toda la información, garantía, pegatinas, pincho para quitar la tarjeta sim… y debajo de ésta nos encontramos ya el teléfono, creo que es algo que cambiaron con el iPhone 7. Debajo del teléfono tenemos el cargador y los EarPods Lightning, con su adaptador a 3,5mm y el cargador USB-Lightning. Sí, es el de 5W, así que si quieres carga rápida… a pasar por caja.
DISEÑO.
Es el cuarto año del diseño inaugurado por el iPhone 6, en 2014. Obviamente, es un diseño que se ve “anticuado”, aunque no se puede decir que sea feo, porque a mi me resulta muy bonito y elegante en este color. El cristal es el toque que le faltaba para ser un diseño redondo, y hemos pasado de tener las porterías en el 6/6S a las “semi porterías” del 7, a un cristal con unos colores que a mí personalmente me encantan, en especial, habiéndolo visto en la tienda, el Gold, me parece un color precioso, y eso que no soy fan de dichos colores.
Por lo que respecta a mi terminal, el Space Grey es muy bonito, es un gris oscuro, que cuando no le da La Luz parece negro. Yo ya tengo claro qué color voy a coger para el iPhone X.
El teléfono por otro lado, me parece exageradamente grande y sobre todo, pesado. No soy fan de los “phablets”, pero en esta ocasión me parece excesivo, siempre lo he dicho, y lo diré, no me gusta este tamaño. Otra cosa es que te acabes acostumbrando, pero por gustar… no me convence. Y luego esta el tema del peso, 202gr es mucho para un móvil, y se hace pesado al llevarlo y en la mano. Y el tema del tamaño se nota también en mi día a día, en mi coche no tengo ningún sitio donde entre el terminal, ni en el posavasos, ni en el hueco que hicieron para móviles… es muy grande (también decir que si, mi coche no brilla tampoco por sus huecos para dejar objetos), y en ciertos pantalones sobresale del bolsillo.
Más allá de eso, el diseño es el de siempre, me parece más ergonómico en la mano que el 6, ya que resbala menos (el ser mas grueso creo que influye bastante).
El cristal de detrás se ensucia con mirarlo, pero como ya dije con el S8 es algo normal, así que no lo pongo ni como positivo ni negativo, solo que ese diseño se queda sucio con mirarlo.
PANTALLA Y SONIDO.
Respecto a la pantalla, tenemos una pantalla FullHD de 5,5”. Vamos, lo de siempre desde el iPhone 6 Plus. No obstante, incorpora alguna novedad, como la pantalla TrueTone, que a mí personalmente me encanta en el iPad, y en el iPhone tampoco es una excepción. Me encantaría tenerlo en el Mac, porque para cuando estás muchas delante de una pantalla se nota. También, como ocurre en el iPad cuando entras en la app de fotos se desactiva para que no altere los colores, buen detalle. Respecto de la pantalla del 6 pues noto bastante mayor contraste, mejores colores… casi todos los cambios que metieron el año pasado con el iPhone 7.
En cuanto al sonido, me parece muy bueno, aquí puedo afirmar sin despeinarme que respecto al audio del S8 le da mil vueltas el iPhone al Samsung, que para mi fue lo que menos me gustó del Galaxy. Suena alto, claro y con bastantes bajos y graves, como en todos los últimos productos de la marca. El sonido de las llamadas me parece bastante superior al del iPhone 6, suena mucho más alto y se oye, sobre todo, con una mayor calidad en la conversación.
RENDIMIENTO.
Tiene el A11 Bionic, con 3GB de RAM. Obviamente el salto respecto de un iPhone 6 es… brutal, y mas desde iOS 11 que ha dejado en bastante mal lugar al iPhone 6. Todo se mueve espectacular, genial, aun así, echo en falta el Pro Motion que si tiene el iPad Pro, y que a pesar de que con iOS 11 tampoco tiene esa fluidez que me asombró cuando lo saqué de la caja, me sigue pareciendo “mas fluido” el iPad que el iPhone, a pesar de ser éste último más potente. Pero bueno, como sabemos serán “features” del año que viene. Y como me viene pasando con los últimos cacharros de gama alta, es que en este aspecto poco más tengo que añadir, porque todos se mueven tan bien, funcionan más rápidos que muchos ordenadores, y realmente a mi las pruebas de AnTuTu o Benchmark me dan igual, solo se que el terminal funciona como debe ir un terminal de este precio, se llame iPhone 8, iPad Pro o Galaxy S8.
La autonomía, ídem de ídem, pasar de un iPhone 6 (no Plus) a este es en este aspecto un cambio abismal. Con un uso intensivo de cámara (fotos y vídeos a 4K 60fps), navegación, llamadas, FaceTime, redes sociales, te dura un día de sobra, pero no te llega para más de un día. Con mi uso normal, como me esperaba, ronda el día y medio. Tarda en cargar su tiempo, al no tener carga rápida de serie (y no, no pienso desembolsar 80€ en un cargador, lo siento). No obstante, con el del iPad Pro, que es de 12W, si que he notado que carga algo más rápido, aunque la diferencia no es muy notoria que digamos. También tiene carga inalámbrica, pero tampoco la he probado.