07-12-2019, 13:01
Supongo que todos sabréis que Rolls Royce además de fabricar los que posiblemente sean los coches más lujosos del planeta, es también uno de los principales fabricantes de motores para aviación.
Y como empresa líder, está planteándose los retos del transporte aéreo en el futuro, con fuertes restricciones de emisiones y un acceso cada vez más limitado a combustibles baratos para aviación.
Llegados a este punto, en Rolls Royce parece que apuestan por la sintentización de biocombustibles a partir del CO2 del la atmósfera y el hidrógeno.
La síntesis química es un proceso por el cual somos capaces de crear compuestos químicos a partir de sustancias sencillas llamadas precursores. Su finalidad es por un lado la de producir elementos químicos que no existen y por otro, abaratar costes y mejorar la eficiencia en la producción de sustancias químicas que se encuentran en la naturaleza, pero que son más escasas o costosas de extraer. Un ejemplo de ésto es el famoso ácido acetilsalicílico de la aspirina, presente en las hojas del sáuce, pero que se obtiene por síntesis en cantidades inmensas y de forma muy barata desde hace más de un siglo.
Todo perfecto, podemos producir combustibles para aviones utilizando elementos abundantes en el planeta, pero ¿dónde está el problema?. Pues el problema está en la energía que se necesita para tanto capturar el CO2 como para producir hidrógeno y sintetizar el combustible y el problema es doble, porque por un lado la energía cuesta dinero y por otro, produce emisiones.
Así que Rolls Royce ha optado por una solución aprovechándose de otra de sus líneas de negocio, que es su experiencia como fabricante de reactores nucleares, desarrollando mini reactores nucleares o SMR. Un SMR es un reactor modular, fabricado en serie y que puede ser transportado por un simple camión, no requiriendo de un gran edificio para la instalación de la planta completa. Es un equipo por tanto barato y dada la eficiencia de la producción de energía nuclear puede generar electricidad a costes similares a los de la eólica, pero sin requerir grandes superficies, ni estar pendientes de si hace un nivel de viento adecuado o no para poder funcionar. Un SMR proporciona electricidad constante, barata y segura.
Un SMR es un tipo de reactor del tipo PWR siglas que en castellano significan reactor de agua presurizada y tiene múltiples ventajas como la de utilizar agua normal como refrigerante y moderador de la reacción. Son muy seguros porque cuanta más temperatura adquiere el reactor, peor va así que un hipotético sobrecalemntamiento conllevaría a una parada paulatina de la reacción además de usar muy poco mateiral fisible y llevan años usándose por todo el mundo y en aplicaciones de todo tipo, como la naval, por lo que son una tecnología muy probada.
El SMR que está desarrollando Rolls Royce, tiene una potencia eléctrica de entre 400 y 450 MW, unas dimensiones de 11,3 x 4,5 metros una vida media estimada de 60 años. Utiliza como combustible óxido de uranio enriquecido al 4,95% en forma de barras. Su autonomía es de entre año y medio y dos años y el tiempo de recarga es de 18 días.
Y como empresa líder, está planteándose los retos del transporte aéreo en el futuro, con fuertes restricciones de emisiones y un acceso cada vez más limitado a combustibles baratos para aviación.
Llegados a este punto, en Rolls Royce parece que apuestan por la sintentización de biocombustibles a partir del CO2 del la atmósfera y el hidrógeno.
La síntesis química es un proceso por el cual somos capaces de crear compuestos químicos a partir de sustancias sencillas llamadas precursores. Su finalidad es por un lado la de producir elementos químicos que no existen y por otro, abaratar costes y mejorar la eficiencia en la producción de sustancias químicas que se encuentran en la naturaleza, pero que son más escasas o costosas de extraer. Un ejemplo de ésto es el famoso ácido acetilsalicílico de la aspirina, presente en las hojas del sáuce, pero que se obtiene por síntesis en cantidades inmensas y de forma muy barata desde hace más de un siglo.
Todo perfecto, podemos producir combustibles para aviones utilizando elementos abundantes en el planeta, pero ¿dónde está el problema?. Pues el problema está en la energía que se necesita para tanto capturar el CO2 como para producir hidrógeno y sintetizar el combustible y el problema es doble, porque por un lado la energía cuesta dinero y por otro, produce emisiones.
Así que Rolls Royce ha optado por una solución aprovechándose de otra de sus líneas de negocio, que es su experiencia como fabricante de reactores nucleares, desarrollando mini reactores nucleares o SMR. Un SMR es un reactor modular, fabricado en serie y que puede ser transportado por un simple camión, no requiriendo de un gran edificio para la instalación de la planta completa. Es un equipo por tanto barato y dada la eficiencia de la producción de energía nuclear puede generar electricidad a costes similares a los de la eólica, pero sin requerir grandes superficies, ni estar pendientes de si hace un nivel de viento adecuado o no para poder funcionar. Un SMR proporciona electricidad constante, barata y segura.
Un SMR es un tipo de reactor del tipo PWR siglas que en castellano significan reactor de agua presurizada y tiene múltiples ventajas como la de utilizar agua normal como refrigerante y moderador de la reacción. Son muy seguros porque cuanta más temperatura adquiere el reactor, peor va así que un hipotético sobrecalemntamiento conllevaría a una parada paulatina de la reacción además de usar muy poco mateiral fisible y llevan años usándose por todo el mundo y en aplicaciones de todo tipo, como la naval, por lo que son una tecnología muy probada.
El SMR que está desarrollando Rolls Royce, tiene una potencia eléctrica de entre 400 y 450 MW, unas dimensiones de 11,3 x 4,5 metros una vida media estimada de 60 años. Utiliza como combustible óxido de uranio enriquecido al 4,95% en forma de barras. Su autonomía es de entre año y medio y dos años y el tiempo de recarga es de 18 días.
- Lo único que necesitas para freír un huevo es, un Universo -