Bueno, como he dicho al principio del post, soy alérgico a los gatos. Pero eso no freno a mi querida ex a cumplir su sueño de tener gatos en casa. Fantástica ella...
Ayer encendí el ordenador (después de mas de un año) para extraer algunas fotos a modo de homenaje (perdón por la calidad de las mismas, pero están hechas con móviles de la década pasada).
El primer gato que entró en casa fue Alex. Estuvo con nosotros tan solo un par de meses.
Caprichos de mi ex. Enseguida le buscó una casa (fue a parar a buena casa. Con jardín y libertad para corretear y pasear a su antojo. Aunque le acabo costando la vida en una de sus escapadas al ser atropellado por un coche) para dar acogida a su capricho absoluto (que ahora me dispongo a presentar).
Gabriel (pronunciado Gábriel, no Gabriél). Un gato persa.
Presentaba una imagen aparentemente melancólica, pacifica... pero nada mas lejos de la realidad. Buen genio se gastaba de cachorro, como pudieron dar fe mis desnudos pies (los atacaba como si de un malvado de película se tratasen).
Como habéis visto en las fotos iniciales, teníamos en casa ya un carlino, Frank. Hicieron migas muy pronto, la verdad.
Cuando no estaban durmiendo, estaban jugando el uno con el otro. O bueno, mas bien el uno siendo juguete del otro...
Gabriel pronto se aficiono a los deportes televisados. Su deporte favorito, el atletismo.
Esa afición, y crecer e ir madurando, fueron apaciguando muchísimo el genio terremoto que tenia para ir dando paso a esa personalidad que tienen los persas que los hace ser denominados como "tigres de sofa".
Eso si, que no os engañe. Puede parecer que este completamente ausente en su sueño. Pero seguía teniendo activado su sensor de movimientos...
En invierno, era costumbre de ellos dormir juntitos. Para darse calorcico el uno al otro.
En verano, el calorcico ya no era tan agradable...
Tenia un comportamiento algo perruno. No hay fotos ni vídeos de ese comportamiento, pero salía a recibirme a la puerta de casa. No se como, pero Frank era capaz de escucharme o sentirme entrar en el pueblo con el coche, y 3 minutos antes de que aparcase debajo de la ventana de casa (vivía en un bajo), Frank se encaramaba a la ventana. Y Gabriel lo imitaba.
(en la foto falta Gabriel, tan solo habría que imaginárselo subido al alféizar de la ventana).
Hasta que aparcaba, me ponía bajo la ventana, y los llamaba a ambos... y ambos respondían. En cuanto me veían iniciar la marcha, sabían que era para entrar en casa. Y cuando abría la puerta, allí estaban los dos sentados esperándome
Y este fue Gabriel. Majestuoso en todas sus poses, la verdad.
Y digo fue, porque cuando me separé, mi ex se quedó con Gabriel y yo con Frank.
A día de hoy, ninguno de los dos esta vivo. Gabriel se que murió al año y poco de separarme, por lo que me dijo una amiga en común. Y Frank murió hace poquito mas de año y medio de leucemia tras un corto y eterno mes de sufrimiento (así que sirvan estas fotos también de homenaje para el).
Ayer encendí el ordenador (después de mas de un año) para extraer algunas fotos a modo de homenaje (perdón por la calidad de las mismas, pero están hechas con móviles de la década pasada).
El primer gato que entró en casa fue Alex. Estuvo con nosotros tan solo un par de meses.
Caprichos de mi ex. Enseguida le buscó una casa (fue a parar a buena casa. Con jardín y libertad para corretear y pasear a su antojo. Aunque le acabo costando la vida en una de sus escapadas al ser atropellado por un coche) para dar acogida a su capricho absoluto (que ahora me dispongo a presentar).
Gabriel (pronunciado Gábriel, no Gabriél). Un gato persa.
Presentaba una imagen aparentemente melancólica, pacifica... pero nada mas lejos de la realidad. Buen genio se gastaba de cachorro, como pudieron dar fe mis desnudos pies (los atacaba como si de un malvado de película se tratasen).
Como habéis visto en las fotos iniciales, teníamos en casa ya un carlino, Frank. Hicieron migas muy pronto, la verdad.
Cuando no estaban durmiendo, estaban jugando el uno con el otro. O bueno, mas bien el uno siendo juguete del otro...
Gabriel pronto se aficiono a los deportes televisados. Su deporte favorito, el atletismo.
Esa afición, y crecer e ir madurando, fueron apaciguando muchísimo el genio terremoto que tenia para ir dando paso a esa personalidad que tienen los persas que los hace ser denominados como "tigres de sofa".
Eso si, que no os engañe. Puede parecer que este completamente ausente en su sueño. Pero seguía teniendo activado su sensor de movimientos...
En invierno, era costumbre de ellos dormir juntitos. Para darse calorcico el uno al otro.
En verano, el calorcico ya no era tan agradable...
Tenia un comportamiento algo perruno. No hay fotos ni vídeos de ese comportamiento, pero salía a recibirme a la puerta de casa. No se como, pero Frank era capaz de escucharme o sentirme entrar en el pueblo con el coche, y 3 minutos antes de que aparcase debajo de la ventana de casa (vivía en un bajo), Frank se encaramaba a la ventana. Y Gabriel lo imitaba.
(en la foto falta Gabriel, tan solo habría que imaginárselo subido al alféizar de la ventana).
Hasta que aparcaba, me ponía bajo la ventana, y los llamaba a ambos... y ambos respondían. En cuanto me veían iniciar la marcha, sabían que era para entrar en casa. Y cuando abría la puerta, allí estaban los dos sentados esperándome
Y este fue Gabriel. Majestuoso en todas sus poses, la verdad.
Y digo fue, porque cuando me separé, mi ex se quedó con Gabriel y yo con Frank.
A día de hoy, ninguno de los dos esta vivo. Gabriel se que murió al año y poco de separarme, por lo que me dijo una amiga en común. Y Frank murió hace poquito mas de año y medio de leucemia tras un corto y eterno mes de sufrimiento (así que sirvan estas fotos también de homenaje para el).