23-11-2020, 20:51
Según la VDA Asociación de la Industria Automovilística Alemana (Verband der deutschen Automobilindustrie), la futura norma Euro 7 podría acabar en 2025 con los motores púramente eléctricos e incluso, muchos microhíbridos.
Se empieza ya a preparar la futura normativa Euro 7 cuando aún no ha entrado en vigor la Euro 6d-Full y lo que la industria alemana ve en el horizonte, no le gusta nada y empieza a preparar su lícita presión para que las cosas no salgan totalmente en contra de sus intereses.
Según han manifestado, es un cambio demasiado rápido y la industria no está preparada para una electrificación tan masiva. De sus comentarios, se deduce que no sería posible ningún motor térmico sin alguna forma de electrificación y que incluso, la microhibridación podría no ser suficiente en muchos casos.
Por el momento lo único que se conoce es que la UE ya habría encargado un estudio y en él las condiciones que se exigirían no serían del agrado al menos, de los fabricantes alemanes que disponen de una oferta con motores de más potencia media que otras marcas. Y es que además de reducir aún más los límites, no habría margen de maniobra en la aplicación de éstos valores, puesto que ya no se permitirá una diferencia entre los valores homologados y los obtenidos en condiciones reales de circulación, como ha pasado hasta ahora.
Y es que si aún tenemos la oferta diésel que tenemos, es en parte porque las emisiones de NOX en condiciones de circulación reales, podían ser varias veces superiores a las homologadas. Estos valores, deberían ir confluyendo con los años y ahora que ya solo se permite un margen de 1,5 veces, ha obligando a muchos fabricantes a limitar su oferta de motores, especialmente diésel.
Tal vez no sea tan descabellado pensar que para 2030 no habrá más que coches PHEV y BEV en el mercado europeo y que el órdago de UK, no sea tan farol como parece a 9 años de distancia.
Se empieza ya a preparar la futura normativa Euro 7 cuando aún no ha entrado en vigor la Euro 6d-Full y lo que la industria alemana ve en el horizonte, no le gusta nada y empieza a preparar su lícita presión para que las cosas no salgan totalmente en contra de sus intereses.
Según han manifestado, es un cambio demasiado rápido y la industria no está preparada para una electrificación tan masiva. De sus comentarios, se deduce que no sería posible ningún motor térmico sin alguna forma de electrificación y que incluso, la microhibridación podría no ser suficiente en muchos casos.
Por el momento lo único que se conoce es que la UE ya habría encargado un estudio y en él las condiciones que se exigirían no serían del agrado al menos, de los fabricantes alemanes que disponen de una oferta con motores de más potencia media que otras marcas. Y es que además de reducir aún más los límites, no habría margen de maniobra en la aplicación de éstos valores, puesto que ya no se permitirá una diferencia entre los valores homologados y los obtenidos en condiciones reales de circulación, como ha pasado hasta ahora.
Y es que si aún tenemos la oferta diésel que tenemos, es en parte porque las emisiones de NOX en condiciones de circulación reales, podían ser varias veces superiores a las homologadas. Estos valores, deberían ir confluyendo con los años y ahora que ya solo se permite un margen de 1,5 veces, ha obligando a muchos fabricantes a limitar su oferta de motores, especialmente diésel.
Tal vez no sea tan descabellado pensar que para 2030 no habrá más que coches PHEV y BEV en el mercado europeo y que el órdago de UK, no sea tan farol como parece a 9 años de distancia.